Toma de la Rectoría de la UNAM

El conflicto político de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y la toma de la Rectoría de la UNAM son espacios de muchos dilemas tanto de la izquierda como de las universidades autónomas en México. El  complejo conflicto de la UACM ya llegó al punto de generar dos rectorados simultáneos y parece que seguirá escalando en lugar de detenerse con la entrada de Enrique Dussel al escenario. La llegada del filósofo postulante de la Ética de la Liberación coloca precisamente de relieve las izquierdas en México y como han usado algunos grupos las Universidades como refugios antidemocráticos para la idea precisa de su concepción de la lucha libertaria. Mientras en la UNAM el conflicto por la actualización de los planes de estudio del Colegio de Ciencias y Humanidades escaló hasta las protestas y tomas de edificios públicos.

Aclaremos antes de tiempo y de quejas, todos los grupos políticos del conflicto tienen su responsabilidad y tanto los usos políticos de la Rectora Orozco como del grupo político del ex rector Pérez Rocha están alineados con prácticas antidemocráticas, este texto no es la defensa de nadie sino de la democracia y de la universidad pública. Igualmente creyendo que es necesaria la opinión de los universitarios en los planes de estudio, la violencia no puede ser instrumento en un proceso de carácter reformista.

En la historia es evidente el rol de la Universidad como generador de ideas y por lo tanto como multiplicador de las mismas. Los movimientos estudiantiles precisamente nacen de clases medias ilustradas por ideas concretas del cambio social. La lógica estudiantil universitaria fue la defensa de la autonomía universitaria y posteriormente la salida del aula a la calle por otras agendas. En México aparentemente el cálculo de los grupos sociales fue que al mismo tiempo que se salía de las aulas, algo había que cambiar en el espacio de las aulas, completamente justificable el deseo de participación de una comunidad en el proceso de su institución.

El contexto y la historia son importantes. Los movimientos estudiantiles en México nacieron en un ambiente no democrático como era el partido hegemónico y se abrevaron parte de ellos de ideas democráticas y otros de ideas revolucionarias autoritarias (ciertas corrientes del marxismo), estos movimientos confluyeron por lógicas específicas, la defensa de la autonomía, la represión violenta, las reformas de reglamentos y las reformas hacia la universalización o no del acceso y permanencia en la Universidad. La UNAM fue epicentro pero también sucedió en otras instituciones públicas.

Más   Debe haber izquierda democrática, el derecho a manifestación deber ser sin violencia, que no toda lucha por aparentar ser justa para la izquierda se le debe justificar y apoyar aunque sea violenta, no democrática y contra las libertades, y que permee en los universitarios que los fanáticos no sean quienes tengan el monopolio de convocar a la manifestación que pueda darse en los estudiantes. Y se debe hacer con ideas, dialogo y deliberación, esos son los medios de la democracia.